Cuando desarrollamos labores de monitoreo ambiental debemos conocer diferentes elementos, tales como las técnicas de medición, los procedimientos de toma de muestra y ensayo, el equipamiento, etc. Además, se deben seguir las pautas establecidas en una serie de normas ambientales que estandarizan la mayor parte de los procesos que se desarrollan. Estas normas ambientales, divididas en dos grandes bloques (normas EPA de Estados Unidos, o normas EN de la Unión Europea) establecen igualmente aspectos relativos al monitoreo continuo, que luego son particularizados en cada país.
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Normas ambientales en Estados Unidos (EPA)
Los aspectos relativos al monitoreo continuo de emisiones desde el punto de vista de la EPA (Environmental Protection Agency) quedan recogidos en el 40 CFR Parte 75, el cual considera una serie de requisitos para los sistemas CEMS. Estos requisitos están relacionados con la forma de monitoreo, captura y registro de datos, así como con el reporte.
De este modo, establece requerimientos de operación de modo general para diversos parámetros (dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, dióxido de carbono y opacidad) para pasar luego a definir una serie de características que debemos cumplir de forma particular para cada uno de dichos parámetros indicados.
Por otro lado, podemos encontrar también en estas normas ambientales, los procedimientos y requerimientos para la operación y mantenimiento de los sistemas de analizadores. Respecto al punto importante de la operación, cabe destacar las partes relativas a la certificación inicial y los procedimientos de recertificación de los sistemas, por ser aquellos que darán validez al CEMS instalado, así como a los relativos al control y aseguramiento de la calidad para mantener el sistema dentro de control en su operación continuada.
En los sistemas de analizadores buscamos una operación continuada del 100%, aunque no podemos evitar en algunos casos que los CEMS dejen de operar y suframos una pérdida de datos, que suele estar limitada por la reglamentación específica estableciendo un número máximo de horas sin información. En estos casos de pérdida de información, también en este apéndice de la EPA podemos encontrar procedimientos de sustitución de datos a aplicar en cada caso.
Generalmente, los sistemas CEMS se utilizan para evaluar el cumplimiento de los valores límite de emisión, con lo que el reporte de información cobra especial relevancia. Debemos disponer por tanto de un sistema de adquisición y tratamiento de datos diseñado para el cumplimiento de los criterios que se establecen en las normas ambientales, y además suficientemente flexible como para poder incorporar las modificaciones necesarias que la evolución natural de la normativa ambiental vaya introduciendo.
Normas ambientales en Europa (EN)
La normativa EN europea establece igualmente otra serie de provisiones, dando especial relevancia a la disposición de un certificado denominado NGC1 (o QAL1 por sus siglas en inglés: Quality Assurance Level 1). Este certificado es obtenido por el fabricante dentro de un proceso para demostrar que su equipo es válido para evaluar la conformidad de los niveles de emisión, al cumplir con la incertidumbre requerida por una normativa particular y otros criterios de ensayo.
Este certificado supone una diferencia apreciable de las normas ambientales EN respecto de las normas EPA. Mientras que en las normas EN se solicita este certificado sobre el equipo de análisis para demostrar previamente su validez, en las normas EPA podemos decir que se establece un procedimiento más práctico para demostrar la validez del conjunto, no requiriendo dicho certificado.
Mantenimiento y control del CEMS
En ambas normativas, el proceso que sigue tras la instalación inicial de un CEMS es el de certificación por una tercera parte. Es en este punto donde toma importancia la labor de los laboratorios de ensayo. El personal del laboratorio de ensayos debe realizar una serie de comprobaciones sobre la instalación de los equipos, revisión de características funcionales de los sistemas, y medidas paralelas con un método de referencia, para comparar resultados respecto a las mediciones del CEMS.
En este sentido, es importante seleccionar un buen laboratorio de ensayos y asegurar que sigue los procedimientos establecidos relativos a las normas ambientales, dado que la certificación es necesaria para dar validez a las mediciones de nuestro CEMS.
Realizada la certificación, debe darse continuidad a la operación de los sistemas, aplicando los procesos para aseguramiento de la calidad en curso, que serán los que nos permitan mantener el CEMS proporcionando mediciones y manteniéndolo bajo control de forma continuada.
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